Debate Popular

Realmente me cuesta entender como gente puede llegar a pensar que además de las uniones transitorias ,las alianzas políticas , entre los partidos políticos y demás puede haber lealtad y peor aun usar esa palabra y otras que señalan principios para entender y posteriormente poner en un sitio de pedestal a una figura política.En cambio sabemos que la lealtad ,si es verdadera ,propone una lucha y propone seguir a aquel que lucha y defiende sus propios principios pero que a la vez no traiciona los suyos.
En la política no se puede hablar de lealtad por que el pueblo Vota y elije un presidente(por ejemplo) pero en el momento de asumir esa persona tiene que ser leal a la responsabilidad que da el pueblo de dedicarse a las necesidades propias de las personas del territorio que se gobierna, dejando los intereses propios de lado, y muchas veces no pasa eso... sino lo contrario: que la persona que asume esa responsabilidad tiene sueños propios que son ajenos a las necesidades del pueblo. Cuando pasa esto se termina traicionando el pueblo rompiendo ese lazo.
De las fuerzas políticas y hablando un poco dentro de los partidos políticos, dentro de ellos no hay lealtad sino unión,debate y alianzas para lograr objetivos.Así mismo cuando se vota en representación de un partido político se vota o realizan acciones a favor del pensamiento de estos pero a veces traicionan sus propios pensamientos y principios.Del mismo modo a veces por hacer lo correcto votan o es tan en contra de alguna acciones vinculadas a su partido demostrando tener las valentía de oponerse inclusive en su propio poder político para hacer lo correcto sin traicionarse a si mismo, a la personas que confiaron en el y arriesgando su continuidad en su partido.
En fin la lealtad en la política no existen, pero existen las uniones,las alianzas (circunstanciales) pero no confundamos, la lealtad verdadera es otra cosa y en en el ambito politico es dificil de encontrar y en la busqueda de ello tendría que practicarse incluirse más en el ambito social para no basarse friamente en estadísticas que denuncian nuestros problemas pero que no implica involucrarse y vivirlos por ojos propios.